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Una matriarca oprimida y, por desgracia, circunstancias exageradas (un terremoto alarmante, enormes deudas, un ex marido moribundo, un colega enfadado y la novia de su hijo) la llevan al límite. El nombre “Hamon” es una palabra japonesa estándar que literalmente significa “olas” y describe metafóricamente la influencia que cada uno de nosotros tiene sobre los demás. En esta película, esto se enfatiza varias veces, en escenas en las que los personajes principales son una mujer, un hombre, un hijo, etc. – están de pie en un estanque poco profundo, y las ondas que emanan de una figura se expanden en un patrón circular regular, llegando a la otra. Una visualización bastante interesante de las relaciones humanas, pero nada que no pueda aplicarse a cualquier película con personas. En general, a cualquier organismo vivo. La película sigue la historia de una ama de casa japonesa que lucha por hacer frente a la desaparición repentina de su marido, la muerte del padre de su marido, la huida de su único hijo a la universidad y, después, a una carrera en una zona lo más remota posible (bueno, Okinawa excluido), y después tener que lidiar con el caso de la reaparición del mencionado marido perdido. Entre otras cosas, hay mucho humor, mucho patetismo, algunas escenas incómodas con el novio sordo, a quien el hijo trae a casa sin previo aviso. Creo que valió la pena verla incluso antes de la última pared, que fue increíble, emocionante, inspiradora y, en general, absolutamente maravillosa. ¡Ole!
